jueves, 25 de febrero de 2010

Visita subrepticia

-Nena, ¿querés cenar? ¿Te caliento la comida en el micro? -vociferó mi vieja ni bien atravesé la puerta.
-No, ma. No voy a comer. No me siento muy bien. Me voy a dormir.

Fui al baño y después entré en mi habitación.
Esperaba que Javito estuviera ahí pero igual me tomó por sorpresa.
Esa noche estaba más excitado que nunca. No me dio tiempo ni a decir "hola". Me esperaba atrás de la puerta. Me agarró de atrás y mientras me sostenía de la cintura con una mano, me desvestía con la otra. Entre susurros y besos apurados, empezamos con el acto medio de "dorapa" nomás.
No sé qué tenía. Yo estaba más caliente que una brasa con lo que había pasado con el cura. Pero qué lo tenía así a él, no lo sé.
Lo bueno de Javito era que no hacían falta explicaciones.
Ya sabíamos para que nos encontrábamos y poníamos todo nuestro empeño en que se lleve a cabo lo mejor posible.
Nada mejor que su "visita higiénica" subrepticia me podía pasar esa noche.
Hasta que, en lo mejor de la tarea, entre gemidos le dije: "dale, Amadeo...más...más...asííí..."

6 comentarios:

  1. Por eso es mejor tener un apelativo común: amor, chiquito, bebé, algo así.

    ResponderEliminar
  2. jaja no me podes dejar asi..!! que horror pobre chica confundirse asi jaja
    espero lo que sigue
    muy copada
    besos

    ResponderEliminar
  3. No hay caso. Siempre es mejor mantener la boca cerrada, no preguntar. Pero la lengua tiene razones que la razón no conoce.
    Un beso simple

    ResponderEliminar
  4. "Ups... Es que me acordé de Carrizo, mi amor..."
    Buenísimo...
    Besos

    ResponderEliminar